Publicado en Stockarmas.com
El “grip” del arma. Uno de los pilares básicos a la hora de disparar un arma de fuego es la adecuada sujeción de la misma. El agarre debe ser realizado con firmeza, esto es fundamental para poder realizar un buen disparo o una serie de disparos con una cadencia rápida.
De la misma manera, para efectuar un disparo de calidad es imprescindible un correcto empuñamiento, evitando errores frecuentes en lateralidad, y así como efectuar un buen control del disparador para evitar lo que conocemos comúnmente como gatillazos. Por todo ello, en el texto de hoy vamos a comentar y dar unas recomendaciones sobre el “grip” del arma.
Actualmente, muchas armas tienen la opción de intercambiar cachas y lomos en la empuñadura para adaptarlo a la mano del tirador. Tienen, en toda o en parte de su superficie, pequeños gránulos dispersos o bien ranuras longitudinales verticales u horizontales, obteniendo un grip mejorado, pero aun así consideramos que éste se puede perfeccionar de una manera sencilla, rápida y económica.
Bien por culpa de la climatología, el frio que nos insensibiliza las manos, la lluvia que puede hacernos resbalar el arma, bien por circunstancias particulares como sudor, sangre, etc. o por el propio desgaste del material con el que está fabricada el arma, podemos acabar teniendo problemas a la hora de realizar un correcto empuñamiento.
En el mercado hay diferentes utensilios para mejorar el “grip” de la pistola, pero nosotros vamos a hablar de uno que está más que probado, nos gusta y es muy económico: La lija adhesiva.
Puedes encontrarla en cualquier ferretería y se usa habitualmente en los escalones y peldaños de las escaleras evitando que nos resbalemos. La lija nos permitirá tener un mejor agarre, y la disposición de la misma responderá a los patrones de la superficie de la palma de la mano y las falanges.
También influye en el tacto, pudiendo colocarla alrededor de la empuñadura para tener sensaciones a la hora de coger el arma.
Como vemos, en la imagen superior y en las dos de mas abajo, la lija coincidirá con el arco formado por los dedos pulgar e índice. El motivo de colocarlo tan arriba es porque un correcto empuñamiento debe de ser lo más alto posible, independientemente si disparamos a una o a dos manos.
En la parte superior también se puede fijar la lija, lo cual nos ayudara al realizar un “Press Check” para comprobar cognitivamente si el arma está alimentada, o bien montar la corredera sobre cualquier superficie o la ropa en caso de emergencia para alimentar o resolver una interrupción.
Dentro de las miles de configuraciones posibles, otra opción es fijar en los laterales de la corredera para arrastrarla con firmeza a la hora de alimentar el arma o resolver una interrupción, pero en este caso tendremos que tener en cuenta que, dependiendo del tipo de funda que se porte, las cuales suelen ir bastante ajustadas, no dejaran guardar el arma fácilmente, cosa subsanable limando aquella parte de la funda que roce.
Recomendamos la renovación de la lija cuando observemos que va perdiendo el granulado y por tanto su agarre.
Otra recomendación es que si tenéis una pistola de entrenamiento tipo redgun o bluegun, o una réplica de tu arma en airsoft, realicéis la misma configuración con la lija en ella con el fin de practicar y tener las mismas sensaciones que con el arma real.
Como conclusión, mediante estos sencillos pasos, podemos adaptar el arma a los patrones de nuestra mano, consiguiendo así mejorar el empuñe y sujetar el arma firmemente.