¿Miras con Tritio? La gran ayuda frente a la oscuridad

Publicado en Stockarmas.com, Texto: Ernesto Pérez Vera (Instructor de Tiro Policial y Defensivo)

¿Miras con Tritio? La gran ayuda frente a la oscuridad. En el seno de la comunidad policial llevamos años hablando de los elementos de puntería o miras de Tritio, pero, ¿Qué es eso del Tritio? Pues sí, como muchos dicen, el Tritio es un material radioactivo, concretamente un isótopo del Hidrógeno. Su estado es gaseoso y se produce en la naturaleza, pero también se puede crear en el laboratorio.

A lo largo de su vida, el ser humano está en contacto con cierta cantidad de Tritio, pues la propia naturaleza lo produce cuando los rayos cósmicos entran en contacto con los gases atmosféricos. Aunque ingerido es radiotóxico, la emisión radioactiva que produce es baja y se llama emisión beta de baja energía.

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Debidamente tratado, el Tritio puede ser de gran ayuda a nivel táctico policial y militar. Los elementos de puntería compuestos de Tritio ofrecen una gran ventaja ante situaciones de baja o nula luminosidad. La combinación de nuevas tecnologías permite que los tiradores puedan alinear perfectamente sus elementos de puntería (alza y punto de mira), incluso en supuestos de total oscuridad. El material protagonista de estas palabras es lumínico y fácilmente visible, sin necesidad de que sea “descargado” sobre él un haz de luz. Incluso permaneciendo años sin entrar en contacto con fuentes de luz, las alzas y los puntos de mira de Tritio podrán reflectar su luminiscencia. Su vida útil es de algo más de diez años.

Otro material empleado para dotar de mejor capacidad de enfoque y enrase a los elementos de puntería, en situaciones oscuras, es la fibra óptica. Este material no es radioactivo, pero permite la transmisión de energía lumínica aun en ausencia de luz. La desventaja frente al Tritio es digna de ser destacada: ante la falta de luz sobre los elementos de puntería (estar el arma en una funda integral, armero, cajón, etc.), estos deben ser recargados con un “chorro de luz” sobre ellos. En tales casos, un linternazo o una modesta exposición a una fuente de luz podrían salvar la circunstancia. Pero claro, si se debe hacer uso urgente del arma, con el lógico consumo de tiempo que ello implica, ya no se estará ante un elemento útil para la emergencia. Ante situaciones de este perfil no se despilfarra el escaso tiempo de reacción disponible.

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Son varias las marcas comerciales que suministran al consumidor final este tipo de elementos y sus precios no son elevados, si se tiene en cuenta la gran ventaja táctica que ofrecen. Algunas marcas incluso experimentan con la combinación de Tritio y fibra óptica. En estos casos se juega a intercalar diversos colores, como el verde y el amarillo, siendo unos más favorables que otros para el empleo combinado en situaciones de luz normal u oscuridad.

Quienes emplean fibra en sus armas suelen descargarle un linternazo al inicio del servicio. La luz incidida sobre el alza y punto de mira será conservada temporalmente por la fibra.

Quienes emplean fibra en sus armas suelen descargarle un linternazo al inicio del servicio. La luz incidida sobre el alza y punto de mira será conservada temporalmente por la fibra.

Sin que el uso combinado de arma y linterna tenga cabida en el título de este artículo, un factor es común en ambas situaciones: la oscuridad. Dicho esto, es importante saber utilizar una linterna adecuada a la par que los elementos de puntería de Tritio o fibra óptica. Las ventajas que se pueden obtener de esta combinación son muchas, máxime si se presenta una situación que requiere abrir fuego para salvar una vida.




Mejorando La Posición Tendido

Publicado por Revista-AireLibre.com, Por NRA Staff – Traducción y edición Carlos Nesci

Dominar la posición tendido con rifle, no tiene por qué resultar difícil. Aquí les damos 5 tips para mejorar su rendimiento. Esto es válido tanto para quienes se inician como para quienes ya comienzan a participar en torneos sociales. Lo conveniente es ir probando con estos consejos de uno a la vez.

Revisión de la Posición

El primer paso para mejorar es comparar la actual la posición con la ideal, para asegurarnos que sea la correcta. Es importante que alguien nos vea y por qué no – ahora que todo el mundo anda con su smartphone – fotografiarnos y grabarnos, para comparar así la posición adoptada con la que aquí describimos.

Los principales aspectos se enumeran a continuación, las instrucciones son para tiradores diestros, los zurdos -como bien lo saben- deben utilizar la lateralidad opuesta:

  1. Ubicación del brazo izquierdo.
  2. La mano izquierda y el pie izquierdo, deben estar en línea recta.
  3. Posición del pie.
  4. Posición de la cabeza.

El punto natural a apuntar

La perfecta alineación es un requisito indispensable en la posición tendido. Incluso aún en el caso de tener una buena alineación porque, si nos dedicamos cuidadosamente a perfeccionarla, los resultados mejorarán ostensiblemente. En cada posición donde se use una correa de sujeción, se producirá un punto natural a apuntar que debe estar perfectamente alineado con el blanco. Una vez adquirida la posición si fuese necesario apuntar a otro blanco -como en el caso de los blancos múltiples- no debemos hacer movimientos parciales, sino rotar todo el cuerpo en la dirección deseada para no perder la alineación.

Presión en la culata: debe ser pareja y constante, las correcciones de elevación sobre el eje vertical se hacen con los pies, empujando el cuerpo hacia adelante para bajar el punto natural a apuntar y hacia atrás para subirlo. El codo izquierdo no debe moverse. Los movimientos laterales deben hacerse pivotando – el cuerpo y el fusil – sobre el codo izquierdo.

Relajar el brazo izquierdo

Los puntajes alcanzados en la posición tendido, pueden mejorarse significativamente prestándole mucha atención al brazo izquierdo y asegurándose que el mismo está totalmente relajado. Si es necesario, se debe ajustar la correa del rifle para que la misma lo sostenga, sin ayuda de los músculos del brazo izquierdo. El guardamanos del rifle debe reposar sobre la palma de la mano con sus dedos separados y relajados.

La presión que le aplicamos a la culata con nuestro hombro y con la mano que dispara, tendrá un impacto directo en el retroceso del rifle, ya que el proyectil todavía no habrá abandonado el cañón del arma. Si variamos la presión, el retroceso cambiará y el proyectil impactará en otra zona del blanco. Por eso es necesario ser absolutamente consistentes con la posición de nuestro cuerpo y las presiones que el mismo ejerce sobre el arma. La presión aplicada debe ser moderada, confortable y fundamentalmente, invariable.

Apuntar más cuidadosamente

Un buen disparo en la posición tendido, requiere de un alto grado de precisión en todos los aspectos de su ejecución, particularmente en el registro de la puntería. Antes de presionar el gatillo la imagen ideal, conformada por miras y blanco debe ser lo más perfecta posible. Si tenemos dudas, si la imagen no es la que esperamos, debemos exhalar y recomenzar el ciclo de puntería.

Ajuste preciso de las miras

Para obtener el mejor puntaje posible, los grupos de impacto deben estar correctamente centrados. Esto no es muy sencillo cuando se dispara a múltiples blancos. Para ello hay que decidir si el centro de los grupos estará en el centro del blanco y hacer ligeros ajustes en el sistema de puntería. Los tiradores expertos tratan de asegurarse que sus tiros vayan exactamente a donde los cantan. Si vi un 10 a la derecha en el momento del disparo el impacto se debe producir allí y si no debe hacerse una micro corrección para que coincidan. Un blanco de 10 targets requiere varios pequeños ajustes.

La recarga de un rifle calibre .22LR puede hacerse sin abandonar el apoyo de la culata en el hombro. Esto no sólo permite completar la acción más rápidamente, sino también mantener la posición durante una serie completa de disparos. Se hace abriendo el cerrojo con la mano derecha, una vez completado el ciclo y apretado el cerrojo. El codo y la mano derecha deben volver a la posición original. El movimiento debe ser coreográficamente mecanizado para que la memoria muscular vuelva a ejercer el mismo nivel de presión en el siguiente disparo.

La posición del cuerpo: cambiar la posición del cuerpo, inclinándolo algo más sobre el lado izquierdo o ejerciendo mayor presión con el hombro sobre la culata pueden a veces mejorar la performance. Se sugiere hacerlo doblando la rodilla derecha y moviéndola en dirección ascendente.

Hay que asegurarse que estas modificaciones nos brinden una posición más estable, antes de adoptarlas definitivamente.

Si bien los tips aquí mencionados fueron suministrados para esta posición, resultan también buenas sugerencias para aplicar a las otras posiciones de tiro, porque en definitiva se trata de trabajar sobre la estabilidad y el confort con el fin de alcanzar la consistencia.




Federación Latinoamericana De Caza

Publicado en Revista-AireLibre.com

Con la participación de Pablo Borrazas Martinez (Asociación Nacional de Cazadores del Uruguay), Gerardo Marcel Martinez (Asociación de Cazadores Unidos de Paysandú de Uruguay), Luis Alberto Piazza (Asociación Civil Mendocina de Actividad Cinegética de Argentina), Jose Francisco Pinto Junior Hunters (Associação Esportiva de Tiro, Caça e Conservação de Brasil), Luis Germán Gorchs (Confederación Nacional de Entidades Cinegéticas de Argentina, Jaime Gonzales Suvillaga y Jorge Iván Meléndez (Asociación de Cazadores de El Salvador), Edgar Wenzel Lopez y Mario Canales Najjar (Federación Mexicana de Caza), Rafael Salerno (“Aquí tem Javalí” de Brasil),  Angel Brusquetti Rolón (Asociación Nacional de Cazadores del Paraguay),  Ricardo Guardia (Asociación de Cazadores de Costa Rica) y Jesús Thomas Saldias (Asociación Cinegética del Perú) el pasado 25 de noviembre se realizó la reunión constitutiva de la Federación Latinoamericana de Caza.

Reunidos de manera voluntaria, los participantes reafirmaron los lazos de amistad y hermandad que unen a sus países y los objetivos de preservar la caza en todas sus modalidades a lo largo de sus países y colaborando con entidades organizadas de otros continentes.

La reunión convocada por los representantes argentinos y peruanos tuvo como moderador al sr. Jesús Thomas Saldias, quien dio inicio a la reunión presentó a los miembros de la reunión dando lectura completa a los miembros invitados, para luego dialogar sobre los problemas que ocurren en sus países, desde el cierre de la actividad legal (Costa Rica, 2012) a pesar del importante aporte económico del turismo cinegético especialmente en el ámbito rural, hasta Argentina como el destino cinegético número uno en el mundo con más de 25mil cazadores visitantes anualmente.

Los participantes coincidieron en que el avance de las propuestas animalistas y desarmistas en la región hacen imperativo que exista una organización que aglutine los esfuerzos y la información que permita defender y luchar en salvaguarda de los principios que movilizan a los cazadores, los primeros conservacionistas reconocidos, para lo cual acordaron la creación de la Federación.

Luego de un debate sobre los aspectos organizativos de la Federación acordaron que en vista de la trayectoria y capacidad organizativa de la Federación Mexicana de Caza (FEMECA), ésta tome la presidencia “pro tempore” de la FEDELACAZA, siendo elegido el Dr. Mario Canales Najjar, como su primer presidente.

Finalmente se conformó una Junta Ejecutiva, organizadora y que tendrá la responsabilidad de proponer los estatutos y el registro respectivo de la federación. Esta Junta Ejecutiva, quedó conformada de la siguiente manera:

  • Presidente: Dr. Mario Canales Najjar, FEMECA, México
  • Secretario General: J.Thomas Saldias, ASOCIPE, Perú
  • Integrantes: Edgar Wenzel Lopez, México, Luis Alberto Piazza, Argentina, Angel Brusquetti Rolón, Paraguay, Ivan Melendez, El Salvador, Rafael Salerno, Brazil y Pablo Borrazas Martinez, Uruguay



El tiro instintivo

Publicado en Stockarmas.com, Texto: Alejandro Carrasco

Tiro instintivo es un término usado alegremente por muchos instructores para hacer referencia a una modalidad de tiro reactivo. Pero, ¿sabemos en realidad lo que es y que conlleva este tipo de tiro?

Indagando un poco sobre su etimología, la palabra “Instintivo”, según la RAE  significa: Que es obra, efecto o resultado del instinto, y no del juicio o de la reflexión. Si seguimos profundizando en el significado de la palabra instinto y volviendo a la RAE esta nos dice que se define como “conjunto de pautas de reacción que en los animales, contribuyen a la conservación de la vida del individuo y de la especie”. También lo define como “móvil atribuido a un acto, sentimiento, etc. que obedece a una razón profunda, sin que se percate de ello quien lo realiza o siente”. Otro alcance que se le da a este término es por instinto, “por un impulso o propensión natural e indeliberada”.

Analizando las anteriores definiciones, nos encontramos ante una acción de lo más prehistórica, ancestral, primitiva, natural, involuntaria, reactiva, profunda y grabada a fuego en los genes de la humanidad a través de los tiempos y la evolución. Desde aquellos primeros proyectos de homínidos que deambularon sobre la faz de la tierra cuando formábamos parte del menú de otras especies, es algo tan sencillo y complicado a la vez como mantenerte vivo. Estamos hablando de la supervivencia, aunque ahora que ya no somos parte principal del menú.

No tenemos que olvidar que aunque nos definan como Homo sapiens y caminemos erguidos, a veces demasiado, no dejamos de ser animales. Como tales, cuando nuestra vida se ve amenazada, en este caso por otro congénere, nuestros cerebros consientes y racionales desaparecen, huyen de la refriega. El único que hace frente a esa sin razón, el que da la cara, es el cerebro reptiliano o primitivo. El más antiguo, el más tosco pero práctico, el que gobierna las necesidades más básicas del ser humano. Y sin duda la supervivencia es la más básica de las necesidades del ser humano.

El cerebro reptiliano es el que gobierna las necesidades más básicas del ser humano.

¿Solo con apelar a nuestro cerebro reptiliano estaremos salvados? Ni mucho menos, ahora hay que defenderse y hacerlo bien, pero…¿Cómo lo hago si aquellos primeros homínidos no disponían de armas de fuego? ¿Cómo lo hago si utilizar un instrumento de tal magnitud no forma parte de mi ADN? Solo nos queda intentar recurrir a nuestra arma de fuego como si de un palo se tratase. Por mucho instinto de supervivencia, por muy instintivo que sea el tiro, debemos saber emplear el palo y para ello trabajaremos una y otra vez hasta conseguirlo.

Solo con el trabajo continuo y repetitivo podemos asegurarnos una porción de éxito

Debemos grabar los movimientos en nuestro cerebro primitivo. Trabajar el desenfunde o extracción, el encare o dirección del arma y el disparo. Muchas veces solo podremos extraer el arma, dirigirla hacia nuestro contrincante y disparar desde una distancia tan extremadamente corta que nuestra arma este en contacto con nuestro cuerpo. Con el trabajo continuo y repetitivo solo así y de ese modo podemos asegurarnos una porción de éxito.

No forma parte del instinto humano, en una situación de vida o muerte, ser el más hábil desenfundando y disparando si antes no se ha trabajado hasta la saciedad. Tenemos que ser realistas, sinceros con nosotros mismos, conscientes de que no se va a obrar un milagro el puñetero día que tengamos que ser más instintivos que nuestro adversario. No solo se debe practicar, sino que debemos trabajar, convertir este trabajo en un hábito, una costumbre y una rutina. Tenemos que ser constantes en todos los ejercicios y todos los entrenamientos.

En resumidas cuentas si algún día nos encontramos en esta desgraciada tesitura, que nadie espere que le asista la inspiración divina en un lance de tal calado si no lo ha trabajado antes una y mil veces la reacción correcta. 

Y que dios nos asista si nos dejamos convencer por aquellos que venden ilusiones y humo. Aquellos que apuestan por engaños y falacias. Aquellos embaucadores que con sus bonitas palabras y reacciones cinematográficas, propagan la mentira.




Técnica del “paso atrás” en enfrentamientos a muy corta distancia.

Publicado en Stockarmas.com, Traducción y adaptación: Oscar Enrique Vanzetti

Cualquiera que se adentre en la defensa personal con armas de fuego en el medio urbano sabe que la distancia entre agredido y agresor es muy diferente a la distancia que habitualmente se utiliza para entrenar en un polígono de tiro.

Los enfrentamientos personales ocurren a muy corta distancia y suceden también muy rápidamente. La gran mayoría de estos enfrentamientos tienen lugar a menos de 6 metros y más de la mitad de las veces ocurren dentro de los 1,5 metros, incluso muchos de ellos se llevan a cabo a la distancia de estrechar la mano, es decir, lo suficientemente cerca como para percibir el mal aliento del adversario. Las razones de que ocurra esto pueden hallarse en el estudio de la compleja interacción social que cada día tiene lugar entre el delincuente y sus víctimas, a quienes trata de sorprender utilizando alguna argucia, como por ejemplo, hablar sonriendo amablemente como para preguntar una dirección mientras se aproxima rápido y decididamente con la idea de consumar el delito.

Como dice el instructor de tiro Chuck Taylor “los enfrentamientos armados son eventos de muy alta intensidad y corta duración”.

Estos criminales saben que, de los especímenes civilizados del Homo Sapiens, la mayoría están autoprogramados para ser simpáticos y amables, y si bien algunos pueden sospechar de una agresión, no tienen desarrollado la suficiente “actitud de combate” como para retirarse corriendo cuando ven acercarse al sospechoso y menos aun podrían sacar un arma y ordenarle que retroceda si este muestra una clara y evidente intención de llevar a cabo una acción criminal.

violencia con armas de fuego

Cuando el malhechor está tan cerca como para saludarnos con un apretón de manos, puede entonces amenazarnos verbalmente, agarrar a la víctima de sus ropas o de alguna parte del cuerpo, blandir un afilado destornillador, un cuchillo o encañonarnos con un arma de fuego que puede estar en su cintura o bien portarla decididamente en la mano.

En combates a distancias tan cercanas como las descriptas, cualquier oponente, hasta un ciego, podría tener éxito incluso con una vieja y oxidada pistola del calibre .25 ACP. Sobre estos puntos no hay discusión, estar a la distancia antes mencionada es un mal negocio para quien está siendo atacado. Incluso a una distancia tan cercana, casi en contacto con el delincuente, si el agredido tuviese ya un arma de fuego en sus manos, el delincuente podría fácilmente arrebatársela o bien darle un manotazo impidiéndole hacer uso de la misma.

¿Cuál es la solución?

La solución no es ninguna otra que crear distancia con el agresor, tanta distancia y tan rápido como se pueda. Esto permitirá conseguir espacio y, por consiguiente, tiempo para responder sin tener contacto físico con el adversario.

Si bien hay muchos métodos para “crear distancia”, la más eficiente puede ser alguna de las variantes de la “técnica del paso atrás” desarrollada por Chuck Taylor, muy útil para confrontaciones a muy corta distancia.

Técnica un paso atrás defensa armas de fuego

Para desarrollar esta técnica, se comienza en el campo de tiro enfrentando el blanco a una distancia de un metro de modo pueda tocarlo con las palmas de ambas manos. Los pies deben permanecer separados en una misma línea. Recuerde que usted todavía no espera ser agredido. A la señal, que en la vida real sería cuando comienza la evidencia de la amenaza, comenzará rápidamente a mover hacia atrás su cuerpo junto con la pierna y pie del lado dominante mientras empuña el arma que está aun en su funda. Para permitir el libre movimiento de la pierna hacia atrás el peso del cuerpo debe descansar sobre el pie opuesto, estando la pierna correspondiente algo flexionada y la parte superior del cuerpo en ligera inclinación hacia adelante.

El paso atrás tiene que ser largo (“big step”, en inglés), y mientras lo realiza debe comenzar a extraer el arma. El pie no arrastrará sobre el suelo al moverse hacia atrás, lo que evita problemas si usted está sobre un terreno irregular o en malas condiciones.

Después de dar el paso largo hacia atrás, supongamos con el pie derecho, en fracción de segundos se debe realizar un corto paso hacia atrás (“short step”) con el pie izquierdo, recuperando la postura de tiro, empuñando el arma con ambas manos, alineándola hacia el pecho del atacante y haciendo dos disparos dirigidos (“doble tap”), sin esperar a tomar puntería.

Después de los dos disparos comenzamos a bajar el arma, mientras con la vista se controla si el atacante se detuvo inmovilizado, o si continúa avanzando hacia nosotros. En caso de que ocurra lo segundo, comience nuevamente con el conjunto de movimientos ya vistos: un paso largo y luego uno corto, pero ahora no serán rectos hacia atrás sino hacia un costado, lo que nos permitirá salir de la línea de fuego del atacante y aumentar la distancia con él minimizando así la posibilidad de entrar en contacto físico y si es necesario realice un nuevo disparo a la cabeza.

Según su creador, esta técnica funciona y funciona bien, pero depende de la constancia e intensidad con que se la practique. Se deberá comenzar en el campo de tiro con el arma descargada y disparando “en seco”. Al principio los movimientos deberán ser lentos practicando cada uno de ellos de manera clara y precisa para memorizarlos e interiorizarlos. Chuck Taylor afirma que “sólo la práctica permite una ejecución perfecta y con garantías”.

Los movimientos deben ser realizados cientos de veces tratando de mejorar poco a poco la técnica y la velocidad del desenfunde. El entrenamiento durará hasta pensar que se está listo para actuar con éxito en una situación real donde su vida esté en juego.

Chuck Taylor después de practicar hasta la saciedad llegó a ejecutar todo el procedimiento en apenas un segundo, a pesar de eso, considera que los 2,2 segundos serían buen nivel de velocidad siempre que dentro de ese tiempo se complete la técnica del paso atrás y se realicen los dos disparos.

Notas:

Es una realidad que a distancias tan cercanas como las antes mencionadas, un delincuente armado incluso con un puñal se transforma en un agresor verdaderamente peligroso. En lo que a mi respecta puedo decir que he practicado esta técnica en varias ocasiones en el campo de tiro. Es muy sencilla e intuitiva, para entenderla no hacen falta fotografías que ilustren las distintas posiciones indicadas, no obstante os dejo un video donde se muestra una variante en la que se intenta además provocar una distracción al agresor dándole un golpe en la cara o el cuello con la intención de que no nos agarre. A diferencia de lo explicado en este texto, el instructor del video acerroja un tercer tiro en la cara del agresor.

Como vais a ver, en la segunda parte del video se muestra cómo afrontar una situación en la que el agresor nos tiene agarrados y en la cual difícilmente podremos separarnos para ganar distancia. Esta es la peor de las situaciones y siempre deberemos evitarla gracias una actitud de combate adecuada. Estaríamos hablando aquí de “extrema corta distancia” o distancia de contacto.

He practicado esta técnica con diferentes tipos de armas y calibres y evidentemente siempre será más fácil repetir los disparos con un arma de bajo calibre. Creo que aquí radica una de las bases del éxito o fracaso del procedimiento ya que la pregunta que uno se hace es… ¿que calibre debo usar? Yo propongo el uso del mayor calibre que sea posible utilizar con habilidad por parte del agredido, y ese calibre en mi opinión no es otro que el .45 ACP con la punta adecuada. La elección del 45 en mi opinión aumentará las posibilidades de que se produzca la “incapacitación inmediata” pero no supone “per se” la muerte del agresor.

El factor ubicación del proyectil, como en cualquier tiroteo donde se quiere defender la propia vida, tiene una importancia decisiva pero un aspecto que nunca no se debe olvidar es la rapidez y facilidad para extraer el arma. Para ello debemos analizar la funda, que debe ser específica para nuestra arma, nos fijaremos en la inclinación de la misma, la altura a la que quedará y el lugar donde se ubique el arma enfundada. Todo esto puede salvarnos la vida, aquí cada segundo cuenta. Como ya se ha dicho en esta nota, otra cuestión que sin ninguna duda aumentará nuestras posibilidades de éxito, es la perseverancia en la práctica. ¡Entrena siempre como has de combatir!

Creo que no es mala idea practicar la mencionada técnica, rogando a Dios que nunca se tenga que utilizar, pero me gustaría destacar que aconsejo buscar un buen instructor de tiro, que sepa “manejar” y guiar el aspecto psicológico del tirador y también aconsejar de manera adecuada sobre los aspectos legales de la legítima defensa con arma de fuego.




La distancia, la clave para sobrevivir a un enfrentamiento armado

Publicado en Stockarmas.com, texto y fotos: Francisco Pedro Herrero García.

En la mayoría de las modalidades de tiro deportivo, la dificultad para obtener buenos resultados viene determinada por la distancia. De ahí que a medida que ésta aumenta, el tirador más experto y entrenado obtenga mejores resultados que el tirador menos experimentado. El arma y la munición empleadas también influyen y son piezas clave para superar el reto deportivo, pero si se conjugan adecuadamente estos elementos, los resultados positivos vendrán por añadidura.

A mayor proximidad al potencial peligro, menor es el coeficiente de supervivencia

Por contra, en el tiro de defensa a cortas distancias, el arma, la munición o la pericia como tirador, no tienen tanto peso específico como para inclinar la balanza a nuestro favor, hasta el punto que, con independencia de los factores referidos, se puede afirmar lo siguiente: “A mayor proximidad al potencial peligro, menor es el coeficiente de supervivencia”.

Entre los factores que determinan el resultado de un enfrentamiento a corta distancia destacan:

  • La disminución del tiempo de reacción para la víctima.
  • La limitación de las posibilidades para utilizar una cobertura.
  • El aumento de las probabilidades de resultar muerto con el primer o el segundo disparo del agresor o, de al menos, ser herido más de una vez. Este riesgo persiste, a veces incluso, aunque el agresor se encuentre a su vez, mortalmente herido.
  • Se minimiza la ventaja de ser un buen tirador, por contra, un agresor decidido puede ser igual de eficaz , aunque carezca de entrenamiento con armas de fuego.
  • La calidad del arma y de la munición empleada, no suelen ser determinantes para decidir el enfrentamiento.
  • Se multiplican las posibilidades de ser agredido o desarmado con técnicas de artes marciales.
  • Instrumentos de uso corriente (llaves, bolígrafos, etc.) pueden convertirse en armas peligrosas en manos del agresor, sin contar con las armas que puea portar disimuladas.
  • Los objetos contundentes como porras, bastones, etc. y las armas blancas a distancias reducidas son tan letales como un arma de fuego.

En resumen, que si usted se encuentra a menos de tres metros de alguien que está decido a eliminarle y no ha detectado signos de amenaza previos al inicio de la agresión, usted tiene perdido el combate de antemano.

Distancia defensa armas de fuego

¿Forma parte de su entrenamiento resolver hechos similares?

¿Conoce las técnicas más apropiadas? ¿Ha puesto a prueba su capacidad de reacción ante un evento similar o al menos ha reflexionado sobre ello? Si no lo ha hecho, ahora es el momento de planteárselo.

Aunque depende de la motivación y de la condición física del asaltante, considere que por debajo de los seis metros, un agresor desde una posición estática puede abalanzarse y entrar en el cuerpo a cuerpo con usted, entre 1 y 2,5 segundos. Si el agredido no ha percibido esta posibilidad con antelación, la contestación armada, no será factible.

Si como suele ocurrir, el agresor a la vez que dispara, avanza hacia nosotros para asegurar el resultado, las posibilidades de sobrevivir se reducen drásticamente.

Ahondando en esta cuestión y sin entrar a considerar el tiempo de percepción del ataque, o las actitudes de pánico y bloqueo mental que pueden producirse en la víctima, se deduce que, en general, la acción de extraer el arma de una funda con broche, no estará nunca por debajo de ese tiempo. En el mejor de los casos, para cuando hayamos extraído el arma, un asaltante con un arma de fuego podría haber efectuado un par de disparos sobre nosotros en ese mismo tiempo.

Si como suele ocurrir, el agresor a la vez que dispara, avanza hacia nosotros para asegurar el resultado, las posibilidades de sobrevivir se reducen drásticamente. En el caso de que la agresión se produjera con un arma blanca o contundente, en el tiempo estimado de 1 a 2,5 segundos, nos encontraríamos tratando de bloquear o esquivar con el brazo libre, el primer ataque.

Para los supuestos en que el arma vaya oculta, sin cartucho en recámara o con un seguro de difícil acceso, habrá que añadir al menos 1 segundo más, al tiempo de respuesta. En resumen la víctima habrá sido tiroteada, apuñalada o golpeada antes de que ni siquiera sepa lo que está ocurriendo.

En circunstancias de esta naturaleza existen ciertas premisas tácticas que pueden proveernos de un tiempo extra.

La primera, como ha quedado expuesto es mantener la distancia. Por encima de los seis metros es una buena distancia de seguridad. Permite hablar, dar órdenes hacer preguntas, identificarse etc., sin que por ello disminuya nuestra capacidad de respuesta. Si la persona que tenemos delante trata de acortar distancias, dígale que se detenga. Si no obedece y se dirige hacia usted, retroceda, interponga objetos entre ambos y prepare los recursos defensivos de los que disponga o improvise si no tiene otra cosa un objeto para defenderse.

Cuando se trata de actuaciones policiales esta distancia de seguridad es igualmente válida. En realidad, ante una persona sospechosa de ir armada, cualquier actuación policial, debería iniciarse siempre partiendo desde esa distancia. Por debajo de esta separación, la actitud debe ser siempre la de preparado para responder. Lo que implica, al menos, el empuñamiento del arma en la funda, o su extracción. Esta actitud le está dando desde el principio una ligera ventaja. Pero si percibe la situación como peligrosa automáticamente debe aumentar la distancia, sin dar nunca la espalda, e incluso parapetarse.

La distancia, la clave para sobrevivir a un enfrentamiento armado

La segunda, evitar la sorpresa, considerando de antemano la posibilidad de un ataque. En este sentido algunos particulares están mejor preparados que los policías. Para un ciudadano corriente puede resultar más fácil ponerse en alerta (condición naranja) ante una persona de aspecto sospechoso, o que está cometiendo un delito. En cambio para un policía acostumbrado a intervenir en reyertas, a realizar comprobaciones de identidad, detenciones, cacheos etc., esta situación puede resultarle rutinaria.

La distancia, la clave para sobrevivir a un enfrentamiento armado

Manténgase pues alerta, analizando los movimientos y la actitud de la persona que tiene enfrente. Observe a su interlocutor con una visión de conjunto. No espere descubrir en su mirada las intenciones. Fíjese en sus manos. ¿Puede verlas? ¿Qué tiene en ellas? No las pierda de vista porque es ahí donde está el peligro. No se fíe tampoco de la aparente actitud relajada o ausente que presente el sospechoso. En ocasiones es el preludio del ataque.

La distancia, la clave para sobrevivir a un enfrentamiento armado

Si usted va armado ponga su mano encima del arma y libere el clip de retención de la funda. Este gesto constituye un aviso de su estado de alerta que el posible agresor percibirá inmediatamente. Y en la mayoría de las ocasiones será suficiente para hacerle desistir de sus intenciones. Salvo que se trate de un perturbado, nadie intentará agredirle si ve que usted se encuentra preparado para responder.

Si el ataque ya se ha iniciado no se quede quieto, ¡muévase! 

Vigile también su entorno, puede que la persona que tiene delante trate de distraerle, mientras que otra le aborda por la espalda. O que alguno de los presentes simpatice con el sospechoso y se decida en un momento dado a interferir en contra de usted.

La tercera es no quedarse quieto. Si el ataque ya se ha iniciado no se quede quieto, ¡muévase! Y en este caso siempre es mejor hacerlo lateralmente para “romper” la dirección del ataque. Utilice algún objeto ( una farola, un árbol, una cabina telefónica, un banco, un vehículo, etc. ) para interponerlo entre usted y el potencial agresor. Mientras se mueve prepare su arma, pero recuerde que en estos casos el desplazarse rápido es prioritario al desenfunde, y no sacrifique su movilidad para adoptar una correcta posición de tiro.

Buscar un parapeto durante un enfrentamiento armado

La cuarta consiste en ponerse a cubierto. Esta premisa es de aplicación prioritaria en cualquier situación de enfrentamiento. No obstante en distancias muy cortas e iniciado el ataque, las posibilidades de servirnos de una cobertura resultarán escasas. Para que el empleo de una cobertura fuera factible en un caso similar, deberíamos encontrarnos detrás de ella desde el inicio de la situación de peligro.

Si usted es un usuario de un arma de defensa, debe planificar su entrenamiento bajo parámetros realistas. Si por el contrario, su preparación se basa exclusivamente en hacer agrupaciones a 25 m., o en participar en competiciones de recorridos de tiro, su vida dependerá únicamente, de no verse nunca envuelto en una situación real de combate.




Peligros de la sobre penetración en la munición policial

Publicado en armas.es. Por Javier Pecci

Hoy decidimos rescatar este texto de Javier Pezzi de 2016 en relación a la munición de punta hueca y su utilización por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Por ello, es necesario saber antes de proseguir con el texto que el siguiente escrito tiene ya 5 años:

Quienes sigan la actualidad de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la del sector armero, a buen seguro conocerá la polémica con los proyectiles de punta hueca, la demonización que sufren en España y el uso de la munición blindada en sustitución, por parte de la totalidad de cuerpos de policía del país.

Pues bien, sin ánimo de aumentar la disputa, nos hacemos eco de este texto publicado por la AEITP (Asociación Española de Instructores de Tiro Policial), en el que podéis leer los resultados de una prueba / estudio destinado a desmitificar los proyectiles de punta hueca, usando para ello la munición Fiocchi EMB (Encapsulada Mono Bloque) calibre 9 mm Luger Parabellum.

El resultado es, cuanto menos, interesante…

Desde la AEITP queremos recordar al lector el texto refundido y complementario a la Convención de Ginebra, publicado por Cruz Roja Internacional, que establece que “las balas expansivas no solo pueden ser utilizadas por la policía en situaciones en las que es necesario enfrentarse un conflicto personas armadas en un entorno urbano o entre un grupo de personas, sino que es aconsejable su uso“.

En estas situaciones, tal y como se reconoce en el Consuetudinario de Cruz Roja Internacional en el capítulo IV artículo 77, se indica por aceptación de los estados miembros, de que la policía y las personas encargadas de hacer cumplir la Ley, pueden y deben usar balas expansivas “para asegurar que las balas no pasan a través del cuerpo de un sospechoso para dañar a otra persona inocente y para aumentar la posibilidad de que, una vez alcanzado, el sospechoso este impedido rápidamente para devolver el fuego”.

Confundir esto con la mayor lesividad permanente de las municiones expansivas o de punta hueca es un gravísimo error, propio de la falta de conocimientos técnicos y sobre todo de las fantasías de los profanos. Ya en 1989, el estudio del FBI, desarrollado por el Agente Especial Urey W. Patrick, demostró, con la ciencia forense en la mano, que las heridas producidas por un proyectil de punta hueca en un cuerpo humano producen una destrucción de tejido vivo inferior a un 1% más que un proyectil convencional, blindado o semiblindado, por lo que la diferencia es mínima. De hecho, en el mismo artículo, se establece con claridad que la prohibición del uso de municiones expansivas lo es para su uso en armas largas mucho más potentes que las armas cortas (3200 Julios frente a los 500 de un arma corta).

Alemania, Francia, Reino Unido, Finlandia, Suiza, Suecia, Noruega, y en general todos los países europeos, por no hablar de todos los Cuerpos Policiales Estadounidenses, emplean municiones Especiales de policía con puntas huecas o expansivas, con el único objetivo de impedir la sobrepentración de los proyectiles disparados por sus armas cuando las circunstancias obligan al uso de armas de fuego por parte de los agentes.

Nadie, en su sano juicio, puede preferir que los agentes de policía usen un proyectil blindado o semiblindado, como el usado por muchos agentes de policía de nuestro país, los cuales atraviesan con facilidad dos cuerpos humanos, sobre todo cuando alguno de nuestros familiares o nosotros mismos podemos estar detrás del delincuente que recibe el disparo justificado de un agente de policía.

Objetivo de la prueba con proyectiles de punta hueca

Evaluación de municiones específicas para servicios policiales, que reduzcan la sobrepenetración de las municiones blindadas, de plomo y semiblindadas.

Munición Fiocchi EMB (Encapsulada Mono Bloque) calibre 9 mm Luger (Parabellum)

Características de la munición de punta hueca utilizada

  • Proyectil: El cartucho engarza un proyectil macizo de latón con diseño expansivo al impacto, carente de plomo con un peso de 6 gramos (92 grains)
  • Vaina: Convencional de latón para pistón bóxer.
  • Iniciador: Boxer green carente de mercurio y plomo.
  • Velocidad Inicial: Teórica de 430 m/s, real 5 metros 411 m/s
  • Energía: Teórica de 555 julios, nuestra medida 506 julios.

Materiales de la prueba con munición de punta hueca

  • Dos bloques de gelatina GELITA Balística tipo I según protocolo FBI.
  • Pistola Glock 19 4” cañón.
  • Cronógrafo.
  • Cinta métrica.
  • Jeringa para inyectables.
  • Termómetro y nevera.

Metodología de la prueba con munición de punta hueca

3 series de 5 disparos en los test de velocidad Test 1 FBI bloque desnudo y Test 3 FBI bloque vestido con ropa pesada

Medición de la penetración en el bloque hasta su parada, el segundo bloque solo es usado como referencia para la parada del proyectil.
Inspección de cavidades permanentes mediante inyección de agua tintada en el canal de la herida balística.

Análisis de las pruebas con munición de punta hueca

La munición de calibre 9 mm Luger analizada, de la marca Fiocchi, monta un proyectil de 6 gramos de diseño especial deformable y expansivo en materiales blandos, originalmente desarrollado por la empresa de cartuchería Austriaca Hirtemberger Patronen.

Si bien esta firma se unió al grupo suizo RUAG Ammotech, este proyectil en concreto fue vendido a Fiocchi dado que Ruag ya disponía de proyectiles especiales como SeCa y la mejorada Geco Action 5, con lo que el EMB quedaría en el olvido. Afortunadamente Fiocchi adquirió la patente de la EMB y desarrolla en exclusiva este proyectil en su gama de 9 mm Luger.

Tras las pruebas de balística se constata que la penetración en bloque de gelatina balística a 4º centígrados es muy homogénea dejando casi todos los proyectiles en los 28 y 30 cm, tanto en el desarrollo del test 1 como en el del test 2.

En el caso del test 2, bloque de gelatina vestido con ropa gruesa, los proyectiles expanden de la misma forma y sección con una expansión de entre los 15,75 y los 16,50 milímetros, lo que implica casi doblar su diámetro nominal.

En el mismo bloque se dispararon un proyectil blindado y otro semiblindado para ver su penetración y cavidad permanente, en comparación con la EMB de Fiocchi, observándose una mayor cavidad permanente en el caso de la EMB, así como una inexistente deformación de los proyectiles blindado y semiblindado, los cuales atravesaron los dos bloques de gelatina balística y el blanco del fondo.

La AEITP no realiza los test 4 y 5 con bloque de gelatina detrás de un panel de yeso y contrachapado, ya que estos medios de construcción habituales en los Estados Unidos no lo son tanto en España, por lo que su valoración es de relativamente importante.

Quedan pendientes los test 3 con chapa de metal y el test 6 sobre cristal delantero de un vehículo ya que en el momento de las pruebas estos materiales ya habían recibido disparos con otros cartuchos y estaban muy debilitados.

Así mismo, la prueba de rebote que realizamos habitualmente en la AEITP queda pendiente con esta munición.

Conclusión

Como hemos mencionado anteriormente, ya existían algunos estudios que demostraban que las secuelas provocadas por la punta hueca en un cuerpo humano no eran muy diferentes a las que podía provocar un proyectil blindado / semiblindado. Esto ha quedado refrendado en el resultado de nuestro estudio.

En las pruebas de expansión, concretamente en las más habituales como lo son el test FBI 1 bloque de gelatina desnudo y el test 2 bloque vestido con ropas gruesas la munición EMB de Fiocchi se comportó de forma ideal para el servicio policial, expandiendo y frenando el avance del proyectil evitando la sobre penetración alcanzando los mínimos exigidos para impactos laterales, acorde a las exigencias del protocolo del FBI para municiones de servicio y de acuerdo a las recomendaciones para municiones policiales de la propuesta Suiza de 2001 en el Consuetudinario de Cruz Roja Internacional.

Notas

La AEITP es una asociación española sin ánimo de lucro, que nace de la necesidad real de disponer de una organización independiente que pretende unos objetivos basados en los principios de confraternización de los miembros de las FF.CC.SS, a través del desarrollo y realización de distintas actividades relacionadas con todo lo relativo al tiro policial.

Javier Pecci es profesor colaborador del I.S.E.S. de la Comunidad de Madrid, en varias Policías Locales y en centros de formación de seguridad privada. Es instructor y probador independiente de armamento y equipamiento policial de varias firmas comerciales, lo que le permite conocer de primera mano armas y equipos policiales de última generación. También colabora con varias revistas profesionales escribiendo artículos especializados.

Agradecemos a la AEITP y Javier Pecci la elaboración de este artículo.




LA SOMBRA DEL HALCÓN, CARTUCHO .17 HMR.

Articulo publicado en cazawonke.com

El .17 Hornady entró con fuerza en el mundo de la cartuchería, despertando un interés superior a cualquier otro desarrollo reciente. Un enano como éste, cargado de tanto veneno, es toda una genialidad se mire por donde se mire. Recuerdo que las primeras noticias sobre él me dejaron boquiabierto, entrábamos de lleno en el mundo de la miniaturización. Aunque de consecuencias previsibles, porque bajar tanto el diámetro y subir de ese modo la velocidad no dejaba de ser poner una vez más en práctica la religión de la energía cinética, sorprendía el tamaño casi extremo que le daba apariencia de juguete.

CZ 455 Tumbhole Bull Barrell con visor Meopta Artemis 3-12×50 sobre monturas fijas.

El cartucho

En el año 2002 Hornady sorprende con la presentación del .17 HMR (siglas de Hornady Magnum Rimfire) con la colaboración de Marlin y de Ruger. Su nomenclatura obedece, por orden, al apellido de quien lo desarrolló, al Magnum del que proviene y, finalmente, a que se trata de un fuego anular, un Rimfire. Pues sí, como lo oye, Hornady utiliza la vaina del más potente de los cartuchos de percusión periférica, el .22 WMR, como base para la creación. La manera de hacerlo es aparentemente muy sencilla: agolleta el cuerpo cilíndrico primitivo para que admita un proyectil poco más de un milímetro menor, pasando de 5,6 a 4,5 mm. De alguna forma, Hornady copia la fórmula que Remington utilizó para la creación de un potente cartucho en 1969, el 5 mm Remington Rimfire Magnum que, tras el olvido, ha vuelto a aparecer de la mano de Taurus. No obstante, aunque la difusión de este último no fue grande, sentó la base para que, posteriormente, fuese utilizado su diámetro en un cartucho referencia en el campo Varmint actual, el .204 Ruger. Y es que, en general, ésta es la aplicación de toda esta gama de cartuchos… Espere, su trabajo viene después, sigamos aún con su desarrollo. Realmente, muy pocos cartuchos son los que se habían hecho en este diámetro. En fuego anular, el .17 High Estándar, creado para su semiautomática en los años cincuenta, nunca llegó a cuajar. En fuego central, el .17 Remington, creado en 1971, se mostraba y muestra como el rey indiscutible. Creado a partir del agolletamiento del .223 Remington, esta bestia saca en boca una punta de 20 grains a 1.352 m/s, ¡casi nada! Estaba claro que este diámetro, a pesar de las reducidas dimensiones, ofrecía capacidad de vuelo y, aunque sus coeficientes balísticos o densidades seccionales fueran muy pobres, la tremenda velocidad en boca suplía con creces estas carencias.

Una de las pocas carabinas semiautomáticas que se ofrecieron para el .17 HMR fue la Remington 597. Problemas de seguridad hicieron que se descatalogase y retirase del mercado.

Recuerdo que se hablaba entonces mucho sobre los problemas que acarreaban proyectiles tan pequeños y frágiles lanzados a semejante velocidad. Desde que una simple gota de agua obturaba el cañón, a que el roce con cualquier objeto por pequeño que fuese podía acarrear la fragmentación del proyectil, alarmaban a los posibles usuarios, creando serias dudas sobre su eficacia final sobre el terreno. Costaba creer incluso la capacidad letal real que pudiese mantener, sorprendiéndonos al ver piezas del tamaño de un coyote pulverizadas por este rayo. Pues, ya está, Hornady pone en marcha su desarrollo. Sabedora de que las puntas de este diámetro aún mantienen suficiente capacidad letal, estaba claro que, reduciendo tanto diámetro y peso, el proyectil lanzado volaría mucho más rápido de lo que hasta ahora se conocía en fuego anular. Se carga inicialmente con puntas de 17 grains con un perfil y características orientadas tanto al vuelo como al choque. Con muy buen criterio se elige la V-Max, una punta de plástico muy aguzada con cola de bote, perfecta para sacar toda la tensión a la trayectoria. Como proyectil Varmint puro, la camisa es muy fina, con una gran cavidad frontal que tapa el polímero, haciéndola muy expansiva.

Definitivamente, su comportamiento terminal es casi explosivo, desintegrándose al menor contacto, con una muy pobre penetración, algo completamente deseable.

Marlin XT-17VSL con visor Delta Titanium 2.5-15×56 sobre monturas BAT tipo Weaver desmontables.

Cartucho de granjero

Claro, pensemos que lo perseguido con el .17 HMR era un farmer´s cartridge, un cartucho para granjeros. La idea era cubrir ese rango de especies a las que llegan con soltura los cartuchos Varmint de fuego central y se resisten a los .22 por su crítica distancia de uso, motivada por una trayectoria muy curva. Córvidos, roedores, caza pequeña, como palomas, liebres y conejos, zorros, gatos y coyotes, quedaban lejos de nuestro .22 LR, e incluso del WMR, porque sus trayectorias convertían en muy difícil acertar en el momento que la distancia excedía de poco de cien metros.

Quien le habla se ha criado con un .22 LR en las manos. Junto a mis armas preferidas –el aire comprimido–, las carabinas del veintidós me han acompañado siempre y puedo decir muy alto que a ellas debo, en gran medida, mis conocimientos prácticos sobre el tiro con rifle. Tantos cientos de cajas de fuego anular consiguieron que fuese capaz de calcular correcciones con cierta soltura, pero, aun así, he de reconocer que más allá de esos cien metros era fácil equivocarse tirando sobre blancos pequeños. Está claro que de utilizar una Eley Subsonica a una Winchester Xpediter o las Remington Viper y Yellow Yacket, la posibilidad de acierto aumentaba notablemente; pero, de ahí, a lo que ofrece el .17 Hornady, hay un abismo.

Para que se haga una idea, piense que la velocidad de una carga muy caliente en .22 Long Rifle, la CCI Stinger, la referencia en cartuchos del .22 LR extra-largos, con sus 32 grains huecos y cobreados, abandona la boca a 500 m/s, mientras nuestro diecisiete, con sus originales 17 grains V-Max, lo hace a 777 m/s. Y no sólo la velocidad, la forma del proyectil hace que el coeficiente balístico y la densidad seccional sean mucho mayores, generando mayor capacidad de vuelo y posibilidad de un canal balístico más largo.

Seguro que alguno de ustedes ya estará pensando en el .22 WMR, su padre y competidor más duro. Sí, efectivamente, la velocidad de este último es mayor que la del .22 LR, pero no llega ni mucho menos a la del diecisiete. Buscando una carga límite, nos encontramos también con la Hornady V-Max de 30 grains. Vuela en boca a 670 m/s, unos 107 m/s menos. Hay que reconocer que su mayor masa mejora la energía, que, en general, es mayor que la del diecisiete dentro de su rango de uso. De algún modo, utilizando el proyectil más apropiado posible –no el V-Max, por supuesto–, hasta unos 90 metros está más capacitado para abatir especies corpulentas, digamos, de caza mayor –de no estar prohibido en nuestro país-. Hasta esa distancia el comportamiento del .22 WMR es tenso y preciso. Ocurre que esa mayor diferencia sólo sería aplicable a ese tipo de piezas, donde lucharían cara a cara el mayor diámetro, peso y energía del .22 con la mayor velocidad y densidad seccional del .17 y, siendo coherentes, se imponen los primeros.

El problema real viene de esos 90 metros en adelante, donde el comportamiento externo del .17 HMR se aproxima a un rifle de caza hasta unos 200 metros, sin obligarnos a modificaciones groseras, mientras que el Winchester ya traza una curva a todas luces intolerable. Reflexionando un instante, es justo reconocer que estamos llevando a nuestro pequeño protagonista a terrenos cenagosos, distintos y opuestos a la motivación que lo creó. Penetración y peso se alejan de los requerimientos necesarios para cobrar con soltura absoluta una urraca de 200 gramos o un zorro de siete kilos. Por ello, sobre caza mayor, velocidad y precisión van a ser las únicas bazas con las que cuenta para suplir, en cierto modo, unas dimensiones tan críticas. Pero, bueno, sobre caza mayor y distancias de uso, seguiremos hablando más adelante. Volvamos de nuevo al camino.

El antecesor espiritual del .17 HMR es el
5 mm Remington Rimfire Magnum. Imagen de un catálogo original de Remington de finales de principios de los ochenta donde aparece aún en producción.

Otros diecisiete

Tanta velocidad conseguía que su comportamiento sobre piezas pequeñas fuese explosivo, con una desintegración habitual del desdichado tocado por él. Eso, que puede parecer que no es un problema, para quienes gustan de aprovechar la carne se convertía en un serio inconveniente al utilizarlo. Por ello, se diseñan a continuación dos cartuchos más: en el 2003, el .17 Aguila, a partir de la vaina del .22 LR y, un año más tarde, el .17 Hornady Mach 2, agolletando esta vez la vaina extra-larga del .22 Stinger, pudiendo dispararse Aguila en Mach 2, nunca al revés. Con ello, ambos reducen la velocidad del HMR con un comportamiento terminal más conservador. Compiten directamente con el .22 LR, al que mejoran la trayectoria, pudiendo ser recamarados en acciones de igual longitud.

Pero la fiebre del diecisiete no acaba ahí. Ya en fuego central, Remington echa mano de su .221 Remington Fireball para crear al nuevo .17 Remington Fireball, potente, pero más contenido que su original diecisiete. Se desempolva, de la mano también de Hornady, al .17 Hornet y, recientemente, en el 2013, entra en escena el más potente de todos ellos, el .17 Winchester Super Magnum, el cartucho de fuego anular más potente jamás fabricado. Mueve una punta de 20 grains a 914 m/s, casi 200 m/s más rápido que el HMR. Imagínese su potencial, prestaciones rabiosas de Varmint de fuego central en un auténtico Rimfire. Continuará.




Así son los cartuchos para tiros de larga distancia .22 LR

Para poder extendernos en el tema, primero hay que interiorizarnos de dos fenómenos que se han producido en los últimos años, y que han experimentado una gran aceptación por parte del público afecto al tiro deportivo. El primero es el denominado Long Range –o Extreme Long Range, según las distancias–, cuya práctica gana adeptos día tras día, no sólo a nivel internacional sino también en el ámbito local. El segundo es la casi irrespetuosa irrupción que el pequeño y popular cartucho .22 Long Rifle ha realizado en modalidades reservadas hasta este momento a gruesos calibres.

A ver…. la difundida disciplina denominada Tiro FBI, que utilizaba en sus comienzos revólveres de cañón corto calibre .38 Spl/.357 Mag y a la que posteriormente se le agregaron pistolas semiautomáticas de grueso calibre (9 mm y .45 ACP), actualmente cuenta con categorías para armas calibre .22 LR ya sean cortas o largas.

Torneos en USA 

En tiro práctico con armas largas, paulatinamente los fusiles .308 Win y .223 Rem fueron dejando lugar a los que disparaban el pequeño cartucho de fuego anular. Las razones son obvias: el costo de la munición se ha visto incrementado en demasía, con el agravante –en el último de los ejemplos– de la dificultad para acceder a armas comprendidas en el Decreto 64/95.

Teniendo en cuenta lo expresado, no nos puede extrañar que el .22 LR haya ingresado al mundo del Long Range. En los Estados Unidos las competencias de esta modalidad se encuentran totalmente difundidas. Como era de prever, los fabricantes no dejaron pasar la oportunidad y ya se ofrecen armas especialmente diseñadas para esta disciplina. Y –por supuesto– los fabricantes de munición no se quedaron atrás.

Uno se pregunta… ¿Long Range con un calibre cuya máxima performance se encuentra entre los 50 y 100 metros? Y sí, las competencias con blancos ubicados a 300 metros es algo cotidiano en el país del Norte, donde ya están realizando torneos de Extreme Long Range a distancias mayores.

Tengamos en cuenta que el desafío de impactar a un blanco a unos 800 metros con un .308 Win –por dar un ejemplo– debe ser muy similar a impactar a 300 metros con un .22 LR. Y aquí hay un punto que excede el tema costo de la munición y cobra una gran importancia: la relativa facilidad para acceder a polígonos con líneas de tiro de 300 metros, ya que conseguir lugares donde poder disparar a grandes distancias es uno de los mayores inconvenientes que tiene el Long Range tradicional. 

Sin duda, un arma especializada para la disciplina tiene un costo elevado, pero al igual que uno puede incursionar en el Long Range mayor con un Remington 700, puede competir tranquilamente con un CZ a cerrojo calibre .22 LR, por nombrar dos armas muy difundidas. Estoy seguro de que muy pronto, los aficionados aceptarán el desafío de impactar a distancias extremas con armas calibre .22 LR. La carrera ya se largó.

Las .22 largo

Si bien en general las competencias se desarrollan utilizando munición estándar de calibre .22 LR –la que según el tirador se adapte mejor a su arma–, ya hay firmas que están desarrollando cartuchería especializada para el Long Range. Tal el caso de Lehigh Defense, que el año pasado presentó su munición con proyectiles sólidos, los denominados Cutting Edge Bullets. 

La empresa los ofrece con pesos de bala de 30, 40 y 50 grains. El de 30 grains está pensado para cañones con paso de estrías estándar de fábrica, mientras que los más pesados necesitarán un giro más rápido para estabilizar sus puntas Spitzer. Si bien el de 50 grains excede el largo aceptado por un rifle calibre .22 LR, fue pensado para ser utilizado en armas custom que acepten cargadores del .22 Magnum.




¿Por Qué El Tiro Es Un Deporte Olímpico?

Fuente: revista-airelibre.com

Como viene sucediendo desde los primeros juegos olímpicos realizados en Atenas 1896, el tiro se presentó en Tokio 2020. Y no solamente para hombres como sucedía hasta Moscú 1980 sino también con mujeres tal como viene ocurriendo desde Los Ángeles 1984.

¿Quién no se ha preguntado por qué el tiro es un deporte olímpico? Aquellos de nosotros tan intrínsecamente vinculados a este deporte, no podemos ver por qué alguien cuestionaría la inclusión del tiro en los Juegos Olímpicos, pero cuando vemos el desarrollo de esta disciplina en Tokio 2020, aficionados a este deporte se encuentran una vez más justificando su existencia en el mayor espectáculo deportivo que el mundo haya conocido.

Entrenador de tiro deportivo, psicólogo y autor de varios libros de tiro con rifle y pistola, Heinz Reinkmeier escribe en su libro Sport Psychology and Competition: The Psyche of the Shot (Psicología del deporte y competencia : la psique del tiro): “A pesar de todas las protestas en contra, [el tiro] es un deporte. Un deporte, porque el rendimiento de la mente y el cuerpo juegan partes iguales. Porque la ejecución del movimiento, o dicho de otra forma, la precisión del deportista es lo que marca la diferencia ”.

El Dr. Robert DuVall, director de Medicina Deportiva de Atlanta (SMA) se hace eco de los comentarios de Reinkemeier. “Los deportes de tiro representan la esencia del control de la motricidad fina en los deportes… pocos otros deportes requieren la habilidad motora refinada y la precisión del tiro. Asimismo, pocos otros deportes necesitan las aptitudes físicas y emocionales combinadas que se requieren para el éxito del tiro deportivo “.

Precisión: parece ser el sentimiento resonante de lo que distingue al tiro de otros deportes olímpicos. En ningún otro deporte los milímetros pueden separar a un atleta de una medalla sin ni siquiera llegar al podio. Sucede a menudo, y más recientemente a nivel olímpico, cuando Wang Zhiwei de China superó a Xuan Vinh Hoang de Vietnam por la medalla de bronce en Pistola libre masculina en los Juegos Olímpicos de 2012 por una décima de punto; algo así como la diferencia de golpes para embocar una pelota de golf desde aproximadamente medio campo de fútbol de distancia.

O tomemos, por ejemplo, otro de los deportes de tiro de precisión a un nivel aún menor: el rifle de aire de 10 m. El objetivo de los competidores consta de 10 anillos de solo 0,5 mm de ancho, que es el tamaño de un punto en papel de periódico a 10 metros de distancia. La más mínima contracción, como un latido del corazón o una respiración inoportuna, puede desviar desastrosamente el perdigón de 4,5 mm de su curso.

“Las habilidades de control corporal [en el tiro] son ​​muy precisas”, dijo Sean McCann, psicólogo deportivo senior del Comité Olímpico de los Estados Unidos. “Es un deporte de control de la motricidad fina. En general, los deportes de motricidad fina se ven más afectados por la presión, la ansiedad o los nervios que los deportes de motricidad gruesa como correr o nadar. Estar un poco fuera de lugar puede hacer que las cosas realmente salgan mal. Debido a que estás haciendo un movimiento tan pequeño, cualquier ligera variación, solo estar un poco fuera de lugar los hace tan volátiles. En algunos deportes, si un atleta de élite tiene un mal día mental o físicamente, eso solo significa que no establece un récord mundial o que obtiene una medalla de plata en lugar de una medalla de oro. En el tiro, si tienes un día difícil mentalmente, puedes pasar de los tres primeros a los 60“.

Merriam-Webster define el “deporte” mundial como “un concurso o juego en el que las personas realizan determinadas actividades físicas de acuerdo con un conjunto específico de reglas y compiten entre sí”. El tiro se ha incluido como deporte olímpico desde el inicio de la Olimpiada moderna en 1896. El fundador del movimiento olímpico moderno, el barón Pierre de Coubertin, era un ávido tirador. Ex campeón francés, de Coubertin apoyó la inclusión de cuatro eventos de pistola y dos de rifle de alta potencia en el programa olímpico. El programa olímpico actual consta de 15 eventos olímpicos a través de rifle, pistola y escopeta.

En la introducción del libro Tiro Olímpico el Coronel Jim Crossman, el dos veces Campeón Olímpico y Vicepresidente de la Federación Internacional de Tiro Deportivo Gary Anderson escribió: “Es un mérito del movimiento olímpico que una amplia gama de atributos de los atletas sean probados por muchos deportes diferentes y eventos individuales en el programa olímpico. Esos eventos no se limitan a probar la velocidad, la fuerza o la resistencia. Muchos eventos olímpicos también ponen a prueba las habilidades precisas de control motor y las habilidades mentales de los atletas para continuar desempeñando esas habilidades bajo la presión de la competencia. El tiro es ese tipo de deporte y ha sido una parte importante del calendario deportivo olímpico desde los inicios modernos en 1896 ”.

“Cada deporte olímpico es una combinación de requisitos físicos y mentales. No tengo ninguna duda de que el tiro tiene los requisitos mentales más duros de cualquier deporte olímpico”, afirma McCann. “Para mí, es solo una cuestión de cuál es la proporción. Algunos deportes son muy dependientes físicamente y tienen algunos componentes mentales; algunos son muy dominantes mentalmente y tienen algunos componentes físicos, y creo que disparar es más en esa área. No se puede decir que ningún deporte sea puramente físico o puramente mental. Todos son una especie de combinación. Pero si buscas dificultades en el aspecto mental, no hay nada más difícil que disparar“.

Además de las tremendas exigencias mentales, las exigencias físicas de disparar son reales. Para comprobarlo, Reinkemeier sugiere que aquellos que nunca han intentado disparar tomen un libro entre el pulgar y los dedos y lo sostengan con el brazo extendido durante 30 segundos. Intente eso, permaneciendo perfectamente quieto y repítalo de 40 a 60 veces.

“Se requiere dos niveles de disciplina para disparar. Por un lado, la disciplina para aquietar tu mente, para no dejar que te surja cualquier pensamiento al azar, para seguir una rutina, para reducir la cantidad de variables que podrían causar un error. También está la disciplina de la resistencia del enfoque: permanecer durante todo una competencia con el plan y no simplemente flotar sin pensar. Hay un pensamiento bastante activo durante todo un torneo de tiro olímpico de cualquiera de las disciplinas “agregó McCann.